Nos hace falta ilusión

Este post está dedicado a todas las personas que insisten en que hay que ser positivos, que España, a pesar de su dificilísima situación financiera, tiene futuro. Es cierto, España tiene muchos puntos fuertes, aunque la mayoría de ellos estén insuficientemente valorados. Hay sectores con un enorme potencial de crecimiento que están asfixiados por la crisis y que en vez de servir de punta de lanza para reactivar la economía se ven arrastrados por el castigo de los mercados, las subidas de impuestos y la falta de liquidez.

Para salir de un agujero, lo primero que hay que hacer es dejar de cavar.

El gobierno debería centrar sus esfuerzos en crear un nuevo modelo económico en vez de pegarle hachazos al anterior sin ofrecer ninguna vía de escape. Que la estructura económica y productiva del país se basara en la construcción era un disparate, pero al menos había actividad. 

Ahora, sin ninguna alternativa de crecimiento, es imposible encontrar una luz al final del túnel, que según el FMI cada vez se hace más largo y más complicado. No habrá mejoría en España hasta el 2017, y será muy leve, pues hay que tener en cuenta cómo quedará el país tras cinco años de agonía partiendo de donde estamos en 2012, que ni siquiera es el fondo. Se supone que la recuperación puede tardar unos 15 años, o sea, que la expectativa para millones de españoles es sobrecogedora: no tienen futuro en España. ¿Qué país puede permitirse negar la supervivencia a buena parte de la ciudadanía? 

Estas son las previsiones del FMI, que además recomienda que nos suban aún más IVA a partir del 2014. (Fíjense en el título del gráfico, en la traducción española bastaría llamarlo escenario Vaselina, con V).

Tremendo, ¿es esto lo que nos espera?. Tenemos que cambiar este destino urgentemente, entre todos debemos y podemos cambiar este escenario, empezando por el Gobierno.

Scenario Virgen del Rocío:

Supongamos que este verano se le aparece la Virgen del Rocío al Gobierno en pleno Consejo de Ministros y lo ilumina para que, en vez de amenizar el verano con más recortes, diseñen una estrategia ilusionante para España con vista a que el 2017 sea un punto de inflexión en el que se consiga una reactivación económica por una transformación acelerada de la estructura productiva. Para cambiar el modelo productivo español, España debería centrase en tres objetivos, solo tres para empezar, pero apostar por ellos para cambiar su destino. (Evidentemente hay que tomar cientos de decisiones y medidas más, pero como hasta ahora no se ha tomado ni una sola medida de estímulo a la producción española, es por lo que insisto en concentrar objetivos definiendo previamente prioridades en función del efecto dinamizador / estratégico que puedan suponer para nuestra economía.)

1º) Obtener mayores ingresos del exterior para dinamizar una economía bloqueada por la parálisis del consumo interno y la falta de crédito. Hay que aumentar el flujo de dinero del exterior para que sirva de inyección a la liquidez de todo el país. ¿Cómo? Aumentando las exportaciones de bienes y servicios. 

Hay empresas cuya actividad en España es inviable hoy en día, pero que fuera serían líderes con su experiencia en ingeniería y construcción para desarrollar grandes infraestructuras: trenes, carreteras, túneles, aeropuertos,... estoy segura de que no hay ningún país en el mundo que tenga el bagaje de nuestros ingenieros y arquitectos. Hay que abrirles las puertas, diseñar una estrategia específica para ellos que además refuerce la imagen de un país puntero y competitivo en el exterior. Sé que algo se está haciendo (viaje a Moscú del Rey con empresarios españoles), pero hay que apostar muchísimo más fuerte por esta opción, buscar oportunidades, facilitar contactos, apoyar y dar acceso a financiación especial a las empresas que están abriendo mercado en el exterior y asegurar que a cambio éstas aumenten la demanda de productos españoles anejos, como los materiales de construcción, cuyas fábricas están agonizando.

Para no extenderme, a modo de ejemplo sólo desarrollaré el potencial de un sector, el turístico, por ser el que mejor conozco,  

Turismo: el sector turístico lidera la exportación de servicios española, aportando un enorme chorro de liquidez a nuestra economía y además lo distribuye de forma atomizada: es dinero que entra a los bolsillos de un enorme número de empresas, grandes y pequeñas, desde el chiringuito de cualquier playa, hasta la propia AENA. Parte de este dinero "extra" llega también al Estado mediante impuestos, pero cuidado con tratar de exprimir la gallina de los huevos de oro, porque aunque somos un excelente destino turístico no somos la última Coca Cola del desierto y ante una pérdida de competitividad por encarecimiento del destino nos podemos quedar sin nada.

Para maximizar la rentabilidad del sector y dinamizar la economía hace falta un plan sectorial que actúe sobre tres líneas estratégicas:

• Mejora de la calidad de los espacios turísticos y de la oferta privada, pero en serio. Esto implica gestionar los ámbitos turísticos con objetivos sectoriales y no municipalistas, supervisar la cualificación de toda la oferta privada en alojamiento y restauración, mejorar la formación profesional con planes específicos, fijar estándares de calidad nacionales que sean punteros y fortalezcan nuestro liderazgo turístico mundial,... (por ejemplo un dato: el 87% de los europeos considera que necesita acceder a un servicio wifi durante sus vacaciones. ¿Cuántos establecimientos disponen de este servicio? ¿De forma gratuita? ¿Y las zonas públicas?)
• Diferenciación de oferta: recuperemos el Spain is diferent y hagamos de la debilidad virtud. Hay que identificar la oferta española con elementos culturales inimitables por nuestros competidores, rescatando el valor de nuestras raíces, de nuestras costumbres, de nuestra gastronomía... pero bien hecho, topicazos fuera. Como ejemplo les enlazo un post de Falsarious Chef comentando su experiencia en un restaurante de la costa española, algo de lo que sólo es capaz un chef español, enseñarte a comer el mar. Hay otros valores propios de los que no somos conscientes porque convivimos con ellos desde siempre, pero que los españoles que se han ido fuera extrañan de manera especial: el ambiente de un chiringuito español, las cañas con su tapita en cualquier terraza, el clima, la gente hablando animadamente por las calles, el cenar a las 11 de la noche con cualquier restaurante abierto..., cosas que ni siquiera la crisis ha podido vencer y que además deberíamos valorar más pues son características inimitables. 
• Apalancar en la actividad turística sectores industriales complementarios, made in Spain. Esto  refuerza la diferenciación del destino y además puede facilitar la exportación de miles de productos tras darlos a conocer a 56,7 millones de turistas al año: alimentación, equipamiento de hostelería, decoración y mobiliario, colchones, productos de aseo personal, tecnología de ahorro de consumo energético y de agua (ej: fabricación de placas solares para hoteles), herramientas informáticas (sistemas de reserva, logística), ropa de cama, toallas y otros productos textiles industriales, ropa y calzado, y un sin fin de artículos indispensables (vasos, cuberterías, vajillas,....).  Pensemos en todo lo que podemos producir internamente de cara al sector (colchones, manteles, etc...) contando con su necesidad de reposición permanente: tenemos 1.700.000 camas turísticas, 80.000 restaurantes, 1.200.000 empleados que usan uniforme,... Ahora bien: si por abaratar compramos todos estos productos en China, no nos quejemos de la pérdida de calidad, del cierre de empresas, de la dependencia del exterior, del déficit de la balanza comercial,... Que no nos falle la coherencia.

Los números (2011): Este sector aporta algo más del 10% del PIB nacional, engloba a 112.000 empresas, y mueve unos 120.000 millones de euros anuales. España recibe 56,7 millones de turistas, con una media de gasto de 102 euros/día por persona. Los no residentes han aportado a la economía española 52.800 millones de euros en 2011, dinero que viene de fuera, que verdaderamente enriquece al país añadiendo liquidez a la economía a todos los niveles. Esta cifra representa un inyección de vitaminas para nuestra economía que es lo que asegura que podamos ir devolviendo el dinero que nos han prestado fuera, y por si fuera poco, es el único sector español que ha crecido a pesar de la crisis.

2º) Reducir la dependencia energética del exterior. España sólo abastece el 21% de su demanda con producción nacional, frente al 50% de la media europea, debido a una estructura de producción excesivamente basada en el petróleo... 

Uff, esta es una decisión estratégica prioritaria para asegurar nuestro futuro, pues al ritmo que aumenta el coste de generación de energía en todo el mundo o nos planteamos una hoja de ruta alternativa, o no veremos la recuperación económica ni el 2017 ni el 2050, al contrario, no levantaremos nunca más la cabeza. Esta estrategia debe enfocarse con al menos dos vías de actuación: reorganización del sistema de distribución y generación de energía en España, y potenciación de una rama industrial innovadora que fabrique en España.

• Potenciar el uso de energías limpias, sin incrementar el coste de la dichosa tasa eléctrica. Hay que resolver ese nudo gordiano por el que ni producimos suficiente energía limpia ni reducimos la factura eléctrica nacional. Habrá que replantear la relación estatal con las empresas eléctricas, y tomar decisiones muy duras, pero siendo un sector estratégico para el funcionamiento de todo el país no se entiende cómo hemos podido llegar a pagar la tarifa más cara de Europa y a la par provocar un agujero enorme en las cuentas del Estado. Esto hay que resolverlo ya.
• Innovar y producir equipamientos abriendo nuevos mercados. Todo el planeta va a querer reducir su consumo energético dependiente del petróleo en los próximos años. Hasta los árabes están invirtiendo a lo bestia en este campo porque saben que va a haber un cambio de modelo en menos de 20 años. Aprovechando que tenemos una buena imagen en este sector, deberíamos concentrar esfuerzos y recursos para asegurarnos uno de los puestos de cabeza del futuro mercado energético mundial como productores de tecnología y fabricantes de molinos, placas, etc... Y de nuevo: hay que fabricarlos en casa. Innovar para que produzca otro e importarlo es pan para hoy y hambre para mañana.

3º) España ocupa una posición logística privilegiada entre Europa, África y América.

Aunque ya he hablado de este tema en otras ocasiones, en un mundo globalizado quien controle la logística controla las autopistas económicas del planeta (las de la economía real, no las de la burbuja financiera). En este caso no se trata de que controlemos nada, sino de que formemos parte del circuito mundial del comercio, tanto por nuestra capacidad de desarrollar lazos comerciales como por el transporte y almacenaje de mercancías aprovechando nuestra situación geográfica y nuestros vínculos culturales.

• España tiene que volcarse con América Latina. Tenemos que jugar un papel decisivo entre este emergente continente y la vieja Europa, acercando materias primas y productos a nuevos mercados con un enorme potencial de compra. Los acuerdos internacionales de nuestro gobierno deberían propiciar todo tipo de facilidades a los emprendedores que apuesten por desarrollar esta estrategia, líneas de crédito específicas, facilidades burocráticas y administrativas, y mecanismos de apoyo (promoción).
• Tampoco podemos ignorar el creciente desarrollo de África, cuyo papel exportador de materias primas será determinante en pocos años y cuya creciente demanda interna aumenta gracias a la mejora de las condiciones económicas internas. África nos ofrece un enorme abanico de oportunidades, con mayor o menor riesgo, pero oportunidades especialmente atractivas para cientos de empresas españolas en todos los ámbitos. Debería crearse un mecanismo de impulso para canalizar la capacidad de nuestras empresas de aportar valor en este continente en determinados sectores de forma estable, y sobretodo pensando en lo que necesitan en estos países para que nuestra aportación valorada y respaldada por los gobiernos locales: universidades, hospitales, empresas de telecomunicaciones, talleres mecánicos y servicios de ingeniería están entre las actividades más demandas de gran parte de los países africanos.

Volviendo al presente:

Esta semana hemos tenido un respiro gracias a las declaraciones de Draghi acerca de que el BCE haría todo lo posible por salvar el euro. Sólo con esta declaración de intenciones bajó la prima de riesgo 150 puntos. En definitiva, está claro que lo que hace falta es optimismo y confianza.

Business Insider:
Escepticismo sobre el papel de Mario Draghi.

Todo el mundo va a estar pendiente de lo que haga el BCE esta semana cuando tenga que pasar del dicho al hecho, porque si decepciona habrían gastado el último cartucho de esperanza y perderían toda la credibilidad. Esperemos que no haya sido un farol.

Ahora bien, una cosa les digo: suponiendo que finalmente nos rescaten (si no quieren cargarse el euro), nos impondrán muchos más recortes y subidas de impuestos. Nadie en su sano juicio puede pensar que machacando más al país podremos remontar para devolver nuestra deuda (más el rescate), con lo cual sólo habríamos retrasado la quiebra aumentando nuestro endeudamiento (que es lo que probablemente le va a pasar a Grecia).

Si en paralelo a esta ayuda no se traza un plan de estímulo con algunos ejes estratégicos similares a los descritos antes, fracasaremos.

Además, como dice mi amigo Antonio, nos hace falta ilusión, algo en lo que podamos creer para convencernos de que hay una salida. Sólo a base de palos no conseguirán que España despierte y reaccione, necesitamos zanahorias. Y un cambio de actitud nacional. 

Para terminar, voy a compartir una historia personal real para reflexionar:

Tengo un hijo de seis años que sueña con ser policía desde hace tiempo y tiene esta profesión muy idealizada por su integridad y finalidad de lucha contra el crimen. Durante una cena en familia, el niño estaba contando algo de un policía corrupto. Le preguntamos que dónde había oído eso y nos dijo que en los dibujos de la tele. A continuación nos preguntó: ¿y qué es  corrupto?

Le explicamos que era gente que aceptaba dinero para hacer lo que otros querían, dejando de cumplir con su obligación. El niño siguió comiendo pensativo, mientras los demás hablábamos de otras cosas, y al cabo de unos minutos nos dijo muy serio:

- Uff, creo que esa palabra no debería existir.

- ¿Qué palabra?

- Corrupto. Porque si una persona deja de ser lo que es por dinero, entonces es que el dinero es más importante que las personas. Aunque te sigan diciendo "policía", de verdad ya no lo eres, serías otra cosa. Las personas dejarían de ser lo que son.

Supongo que el niño interpretó que lo que se corrompía era el "ser" de la persona, lo que nos dejó boquiabiertos.

Pues así es: por dinero tenemos políticos, jueces, banqueros, empresarios, funcionarios, y miles de españoles que no son lo que dicen ser... hasta el punto que el país entero dejó de ser lo que era, y ahora esa es la imagen de España en toda Europa. Somos un país que no es lo que decía ser.

Yo también estoy de acuerdo en que esa palabra no debería haber existido nunca.

Para mí esta es una de las medidas más ilusionantes en las que podía volcarse el gobierno: acabar de raíz con la corrupción a todos los niveles. Entonces sí confiaríamos en el futuro. 

Un saludo y que tengan una buena semana, y como siempre, si les gusta, compártanlo, que esta vez espero ayudar a transmitir un poco de ilusión....