Propuestas a nuestro alcance

Hoy me toca volver a crear escenarios sobe las propuestas que he ido recopilando de internet. No es que no haya novedades que contarles sobre la evolución de nuestra economía, sí que las hay, pero todas apuntan en la misma dirección: o la Unión Europea se rediseña de arriba abajo, o desaparece arrastrando a la economía mundial al desastre. Tenemos un duro verano por delante...

Fuente: Preseurop

Ante este panorama, las dos propuestas de hoy son más bien para sobrevivir que para acabar con la crisis. Son ideas sencillas que en muchos casos habrán recibido por email, o habrán escuchado en alguna tertulia. Son ejecutables a título individual y/o colectivo, es decir, que no hay excusa para quejarse de la situación si no la cambiamos nosotros mismos. Reconozco de entrada que algunas ideas pueden considerarse un tanto naif, ingenuas, etc... pero son propuestas para intentar sobrevivir, no para seguir salvando bancos.

Consumo inteligente:

El poder de los consumidores es mucho mayor que el de los gobiernos. Les prometo que es cierto, incluso tenemos más capacidad para cambiar las cosas según lo que compremos en el súper que yendo a votar cada cuatro años. 

Si este "poder" está siendo manipulado por terceros y dejamos influir nuestras compras por campañas publicitarias engañosas, estamos desaprovechando una de las armas más importantes que tenemos.

Fuente: profeco.gob.mx

El consumo inteligente puede practicarlo cualquiera, sólo tiene que elegir bien en qué gasta su dinero: ¿en empresas locales que crean puestos de trabajo en su entorno, o en aquellas que explotan personas en Asia? ¿en productos de alimentación nacionales que mantienen vivo el campo y requieren menor consumo de combustible para su comercialización, o en alimentos importados? ¿necesitas cuatro pares de zapatos baratos casi de usar y tirar, o sería suficiente con un buen par de calidad? y no sólo eso, los productos que consumes generan residuos que afectan al medio ambiente ¿son todos los embalajes iguales?... 

Tampoco hay que volverse locos y exigir la partida de nacimiento del pollo con que hicieron las croquetas congeladas... pero sí es importante tomar conciencia de nuestra capacidad de influir en el entorno con cada euro que gastamos, leer las etiquetas de los productos y hacer la lista de la compra con atención a estos detalles. Con una vez que la hagamos ya nos servirá para el futuro y podemos compartirla. (Si alguien ya ha hecho una bien estudiada que me la pase y la pongo en el blog). Para los que quieren ir más allá con su consumo responsable, aquí les indican productos y establecimientos dedicados al comercio justo. 

Fuente: Malagón

Hay un mail circulando que pide que todos los españoles compremos productos cuyo código de barras empiece por 84 para asegurarnos de que esté elaborado en España. Ojo y lean bien las etiquetas que no es lo mismo elaborado que envasado...

También debemos prestar atención a los establecimientos donde hacemos la compra, ¿dónde invierten los beneficios que obtienen de nuestro dinero? ¿crean puestos de trabajo a costa de destruir otros?.

En definitiva, el consumo inteligente te obliga a pensar a quién le vas a dar tu dinero, te devuelve ese poder. Si todos ejerciéramos este poder con sentido común, cambiaríamos el mundo en muy poco tiempo, y ojo, que comprar bien no es igual a comprar más caro.

Esta propuesta encaja perfectamente con la Economía del bien común, de Christian Felber. Hace unos meses ya hablamos en el blog de esta idea, que por cierto está teniendo cada vez más éxito y seguidores. Para los que no la conozcan aquí les pongo el enlace y les recomiendo que vean el video donde el propia Christian lo explica con detalle. Hay cosas con las que puedo estar más o menos de acuerdo, pero creo que es un buen camino alternativo al desastre actual que algunos se empeñan en perpetuar.

Menos horas = Más trabajadores

Esta propuesta la he encontrado en varios foros y se basa en reducir la jornada laboral habitual para poder emplear a un mayor número de personas.

Es evidente que una de las reformas que tendrá que acometer en breve el gobierno será la reducción de la prestación por desempleo, mientras en paralelo sigue sin crearse actividad económica para dinamizar la contratación. En definitiva, se avecina una situación muy dura para millones de familias en España. Por este motivo, el dar la oportunidad de un empleo al mayor número de personas posible debería estar a la cabeza de las prioridades del gobierno.

De entre todo lo que he leído al respecto, les recomiendo estas tres fuentes: Gurusblog, que detalla las ventajas de forma analítica y constructiva, El Mundo, que explica el modelo holandés de 21 horas, y Familiade3hijos, que lo plantea como un cambio de filosofía vital, una decisión del propio individuo sobre cómo gestionar su tiempo anteponiendo éste a las necesidades superfluas de consumo, en definitiva, vivir más y mejor con menos.

Por otro lado, puede aplicarse a empresas que están inmersas en una reducción de plantilla ofreciendo a sus trabajadores mantener los puestos a cambio de reducir su jornada. De hecho, esta alternativa ya viene recogida en la nueva reforma laboral, pero desgraciadamente son pocas las empresas que optan por ella. Una vez que la situación se recupere puede volver a ampliarse el horario. Mientras dure la crisis, todos habrán perdido un poco de poder adquisitivo, pero ningún compañero se habrá quedado "tirado".

Un dato a tener en cuenta: España es el cuarto país del mundo donde más horas se trabajan al año y el primero de Europa..., claro que también somos los primeros en desempleo, ¿tendrá algo que ver?.

Esto es todo por ahora. Reflexionen sobre las propuestas y si están de acuerdo, compártanlas. Poquito a poco, con pequeños cambios, podemos ir creando el entorno necesario para generar grandes cambios. Eso sí, depende de que todos pongamos nuestro granito de arena.

¡Que tengan una buena semana!