lunes, 5 de septiembre de 2016

Cómo enviar ayuda a los refugiados en Grecia

Vuelvo a escribir tras haberle prometido a una persona muy especial que intentaría seguir haciéndolo. Se trata de Eduardo Cáceres y a él le dedico este post, pues con el gran apoyo que me ha dado espero poder enviar un volumen importante de ayuda humanitaria a los refugiados en Grecia lo antes posible. 
Escribo este post después de las numerosas peticiones de información sobre cómo ayudar a los refugiados. Esta información es válida para cualquier punto de España, por lo que agradecería su máxima difusión.

Pero, antes de seguir, quisiera compartir una reflexión. Si en el post anterior decía que la falta de información sobre lo que ocurre en Grecia y en los países de los que huyen los refugiados es intencionada, hoy no me muerdo la lengua: lo es. Se trata de mantener a la población europea "distanciada emocionalmente" del drama que sufren los refugiados. De esta manera, los políticos pueden imponer medidas antihumanitarias sin ninguna muestra de rechazo por parte de sus alienados ciudadanos, atemorizados por su propia crisis y por la amenaza terrorista. 
Un ejemplo de campo de refugiados, uno entre tantos.
Ojos que no ven, corazón que no siente. Parece que hemos aprendido muy poco tras la Segunda Guerra Mundial, en la que los campos de concentración eran en realidad campos de exterminio de los que apenas se habló hasta que acabó la guerra. Hoy podemos decir que ocurre algo similar con los campos de refugiados en Europa: desde Calais hasta Grecia podemos encontrar ejemplos de la falta de humanidad de nuestros gobiernos arrinconando a familias desesperadas al límite de su resistencia física y mental en condiciones infrahumanas.
Lo cierto es que una vez que sabes lo que sucede en los campos de refugiados (como me ha ocurrido a mí desde que fui), no puedes quedarte al margen.

viernes, 26 de agosto de 2016

El derecho y la obligación de ser más humanos


Primer día en el campo de Eleonas, con mi amiga Miriam que nos
acogió en su casa durante esta experiencia como voluntarias.
GRACIAS Miriam de todo corazón.
Después de tres años sin escribir en este blog, he prometido volver a retomarlo para contar en primera persona la experiencia de trabajar este verano como voluntaria con mi hija de 19 años en el campo de refugiados de Eleonas, en Atenas. 
Les agradecería mucho que lo lean con atención y que lo compartan con todos sus conocidos. Sé que es largo (media horita más o menos), pero he intentado hacerlo lo más ameno e instructivo posible. Pónganse cómodos y dedíquenle un ratito de este fin de semana a uno de los problemas más graves de nuestro tiempo. Seguro que será positivo para todos.

Desde mi punto de vista, el primer problema de los refugiados y de la población europea es el desconocimiento que hay en todo el mundo acerca de lo que está sucediendo. Bien sea por intereses políticos o económicos, la información que se está dando acerca de los refugiados es manifiestamente insuficiente o está tergiversada de manera interesada. Por este motivo considero que debemos hacer un esfuerzo colectivo para dar a conocer mejor lo que está sucediendo y desarrollar fórmulas alternativas a las que está ofreciendo la comunidad internacional. Nosotros como individuos no podemos resolver el problema de origen, pero sí podemos y tenemos la obligación de velar por el cumplimiento de los Derechos Humanos que a fin de cuentas también son los nuestros.


Qué está pasando

Para empezar, estamos hablando de la mayor crisis humanitaria que hemos vivido desde la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, la presencia en los medios de este drama humanitario no está ocupando ni un 1% de la que le correspondería a una crisis de esta envergadura. ¿Por qué? Tengo mi propia opinión al respecto, pero creo que cada cual debe llegar por sí mismo a la explicación de la negación de este desastre mediante la deliberada ocultación de datos en los grandes medios.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...